25/3/07

Afganistan (I)






Cuando estés herido y solo en las llanuras de Afganistán y las mujeres vengan a terminar el trabajo, coge tu fusil, ponte a bien con tu dios, vuélate la tapa de los sesos y muere como un soldado.

Rudyard Kipling. El soldado de la Reina.


Como Afganistán va a ponerse de moda, he pensado que no estaría de más aportar mi granito de arena y colgar un pequeño resumen de los principales acontecimientos políticos hasta la fecha. Como el blog es mío, me permito el lujo de remontarme, no al imperio sasánida, sino al aqueménida directamente. Las fotos supuestamente las tomó in situ nuestro colaborador Lucio Publio Dentato (a.) Piños, justo antes de la intervenziya soviética. En realidad, el muy cabrón me ha confesado, después de ponerlas aquí, que las cogió de la encarta porque las suyas se veían muy mal pero que si hubiera sabido que de verdad que las iba a colgar, habría intentado arruinar un poco menos mi credibilidad.

Lo que hoy conocemos como Afganistán abarca 652.000 km2. Limita al Norte con Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán; al Este y Sur con Pakistán y al Oeste con Irán. Sus actuales fronteras (cuestionadas por los sucesivos gobiernos afganos e ignoradas por buena parte de la población) fueron fijadas por ingleses y rusos hacia 1878. El territorio es sumamente inhóspito y alberga algunas de las cumbres más altas de la Tierra en el Hindukush. La alternancia de escarpadas montañas y llanuras semidesérticas compartimenta el país y ha facilitado a lo largo de la Historia su división y la resistencia a los invasores. La tierra es árida salvo algunos valles fértiles donde se agrupa desde antiguo buena parte de la población. Actualmente, tiene unos 26 millones de habitantes. Las principales ciudades, todas ellas muy antiguas, son: Kabul, la capital (2.450.000 habitantes), Mazar i Sharif (2.500.000), Kandahar (225.000), Herat (177.000). Afganistán no está incluido en las estadísticas de la ONU sobre Indice de Desarrollo Humano, porque desde hace 20 años ha sido imposible recopilar datos suficientes. En la actualidad, prácticamente carece de industria; la agricultura y ganadería son de subsistencia y las vías de comunicación modernas son mínimas y en mal estado. Su principal producto de exportación es el opio, del que es el primer productor mundial.

La población está compuesta por etnias diversas compartidas con sus vecinos al haber sido delimitadas las fronteras sobre el mapa al estilo colonial: Aproximadamente Pashtunes: 38%, Tayikos: 25%, Uzbekos: 6%, Hazara 19%. Hay otros grupos minoritarios. Los idiomas principales son el Pashtun, el Dari (lenguas oficiales) y otras lenguas del tronco turco. La religión mayoritaria es el Islam sunnita en una versión rigorista (84%), Chiís 15% y otros 1%.

Desde el s. VI a.C, Los territorios que configuran el actual Afganistán formaron parte del imperio persa aqueménida, hasta que éste fue conquistado por Alejandro Magno hacia 330 a.C. Alejandro atravesó Afganistán sometiéndolo temporalmente en su paso hacia la India. Tras la muerte del macedonio, la zona fue gobernada por el epígono Seleuco I Nikátor, de cuya época queda la influencia helenística que podía apreciarse en el arte antiguo afgano, fusionado con la influencia budista, antes de su destrucción generalizada por los talibán. De hecho, una minoría religiosa afgana, todavía venera a un dios llamado Sikánder, que volverá algún día.

Poco después, el territorio fue invadido por el rey Indio Chandragupta que estableció su dominio al menos nominal sobre Afganistán y favoreció la adopción del budismo por sus habitantes. La influencia helenística permaneció en el reino de Bactriana, al Norte del país.

Posteriormente, la región padeció sucesivas invasiones de nómadas "hunos blancos" y los intentos de la Persia sasánida de recuperar el antiguo dominio. En estas estaban cuando en el s.VII la expansión árabe alcanzó Afganistán, que fue conquistado y, a la larga, islamizado casi totalmente. Una vez islamizado el imperio persa y repuesto de la invasión árabe, recuperó el control (siempre relativo), posteriormente asumido por diversos caudillos turcos. A principios del s. XI, el sultán Mahmud de Ghazni se hizo con el poder y, bajo su reinado y el de sus sucesores, la cultura alcanzó cotas espléndidas que permanecen en la memoria de los eruditos. La propia Ghazni, hoy una ciudad semiarrasada por las guerras, era un centro de cultura con afamados jardines y su correspondiente guarnición de sabios y poetas.






Entre mediados del s. XII y principios del XIII, la dinastía Ghuri afgano-persa estaba extendiendo gradualmente su dominio hacia el norte de la India cuando la marea mongola de Gengis Khan alcanzó Afganistán, incorporándolo a su imperio universal. Es a partir de aquí cuando Afganistán trasciende su condición de límite nororiental del Imperio persa y ocupa un lugar central en el Asia unificada por Gengis, convirtiéndose en una región estratégica para las comunicaciones que permitía el imperio mongol entre Oriente y Occidente a través de la ruta de la seda.

Tras la muerte de los primeros gengísidas, Afganistán siguió la suerte de muchos otros territorios del imperio mongol, dividiéndose en pequeños reinos independientes en la práctica, aún reconociendo la soberanía nominal del Gran Khan, hasta que en el s. XIII, Tamerlán conquistó el norte y lo incorporó a su reino, con centro en Samarkanda y Bujara, en el actual Uzbekistán. Uno de sus sucesores, Babur, conquistó Kabul a comienzos del s. XVI e invadió la India, fundando el famoso imperio mongol y llevando el Islam a esas latitudes.

Al desplazarse el centro de gravedad del reino del "Gran Mongol" a la India, los persas safavidas por el oeste y los uzbekos por el norte, tuvieron en jaque Afganistán durante todo el s. XVI. A partir del s. XVII, los caudillos autóctonos afganos fueron aumentando su poder, llegando la tribu ghilzai a tomar la ciudad persa de Ispahan en 1722, provocando una reacción persa en toda regla y que en 1738 Nadir Shah restableciera la autoridad persa sobre todo Afganistán. Al ser asesinado Nadir en 1747, los jefes afganos eligieron a uno de ellos, Ahmed Shah, de la tribu abdalí, como Gobernante, conocido como Durri-i-Dauran. Durri conquistó el este de Persia, Beluchistán, Cachemira y parte del Punjab, pero, bajo sus descendientes, el reino fue declinando hasta la caída en 1818. Tras un caótico período de guerras, en 1826 Dost Muhammad Jan, miembro de una familia afgana importante, se apoderó del este de Afganistán, asumiendo el título de emir en 1835.

Dost Muhammad pidió ayuda a las autoridades británicas de la India para proteger su territorio en el Punjab, lo que fue rechazado por los británicos por el evidente motivo de que eran ellos quienes pretendían controlarlo. Entonces, se dirigió a los rusos, que a la sazón consolidaban su dominio sobre los territorios al norte del Amu Daria, los actuales Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán. Comenzaba lo que Kipling denominaría el Gran Juego.





El imperio zarista deseaba incrementar su influencia sobre Afganistán y contrarrestar el creciente e imparable dominio británico sobre la India, que irradiaba hacia el Norte. Temiendo que la influencia rusa interfiririese en la India, los británicos presentaron un ultimatum a Dost Muhammad para que expulsara a la delegación rusa de Kabul. Al negarse, invadieron Afganistán, dando lugar a la primera guerra afgana (1838-1842) Los invasores ocuparon Kandahar en abril de 1839, Ghazni en julio y Kabul en agosto. Los británicos colocaron en el trono a Shuja Shah, nieto de Ahmad Shah.

El 2/11/1841, Akbar Jan, hijo de Dost Muhammad se levantó en armas contra Shuja Shah y las guarniciones angloindias. A pesar de una expedición de castigo británica, los ocupantes abandonaron el país con graves pérdidas y Dost Muhammad recuperó el trono. La situación continuó muy tensa, hasta que en 1855 Dost Muhammad firmó un acuerdo de paz con el Gobernador británico de la India.

A la muerte de Dost Muhammad, en 1863, siguió la guerra por el poder entre sus hijos. Shere Alí Jan, el sucesor, adoptó una política favorable a Rusia para contrarrestar la influencia británica, lo que provocó un nuevo ultimatum del gobierno de la India, que fue rechazado. En noviembre de 1878, el ejército angloindio invadía nuevamente Afganistán, dando comienzo a la segunda guerra afgana (1878-79). Kabul fue ocupada en octubre de 1879, Yakub Jan, hijo y sucesor de Shere Alí Jan fue obligado a abdicar y, en 1880, Abdr-ar-Rahman Jan, nieto de Dost Muhammad ocupó el trono. Abdr-ar-Rahman confirmó la cesión a la India del paso de Khyber, puerta de entrada a Afganistán, y otros territorios. Durante su reinado, que duró hasta 1901, llegó a acuerdos fronterizos con el gobierno angloindio y con Rusia, creó un ejército permanente y mantuvo relativamente bajo control a los principales caudillos tribales. Fue en esa época cuando se estableció por los ingleses la frontera entre Afganistán y la India (actual Pakistán) en la línea Durand, que dividía arbitrariamente el Pashtunistán y a los pashtunes, y se fijó en el río Amu Daria la frontera con el imperio de los zares, dividiendo asimismo a los Uzbekos y Tayikos. Como es habitual, de aquellos polvos vienen estos lodos.



En 1907, reinando Habibullah-Jan, Rusia y el Reino Unido se comprometieron a respetar la integridad de Afganistán, reconociendo su independencia nominal, pero bajo la tutela británica que se atribuía sus relaciones exteriores. Pese a las presiones británicas, Habibullah mantuvo a Afganistán neutral en la Primera Guerra Mundial, siendo asesinado en 1919. Le sucedió su hermano Nasrullah Jan, que, a la semana, fue depuesto por la nobleza, colocando en el trono a Amanullah Jan, hijo de Habibullah.

Amanullah declaró la guerra a Gran Bretaña en mayo de 1919 (tercera guerra afgana) Los británicos, debilitados por la gran guerra y enfrentados al creciente movimiento de liberación indio, firmaron en agosto un tratado de paz con Afganistán. El Reino Unido reconocía la independencia de Afganistán. En 1926, Amanullah cambió el título de emir por el de rey de Afganistán.

El primer país en reconocer a Afganistán, fue la Unión Soviética, que brindó su apoyo al gobierno afgano. En seguida, Mustafá Kemal, nuevo gobernante de Turquía, incluyó a Afganistán en el eje que pretendía crear junto con Persia, lo que coadyuvó a los intentos reformadores de Amanullah. Éste instauró en 1923 un régimen constitucional, con un parlamento que pretendía sustituir a las asambleas tribales, abolió los títulos de nobleza e inició un programa de reformas entre las que se incluía la educación de las mujeres y un ejército permanente al modo occidental.

La reacción contra las reformas, encabezada por los mulás fue creciendo, hasta que en 1929 se produjo el levantamiento generalizado. Amanullah abdicó y se exilió. Le sucedió su hermano Inayatullah, destronado a los pocos días por el caudillo rebelde Bacha Sakau. Nadir Shah, tío de Amanullah, con ayuda de un ejército tribal, derrotó a los rebeldes, ejecutó a Bacha Sakau y se hizo con el poder.

Nadir Shah devolvió paulatinamente el orden y en 1932 inició un programa de reformas económicas, siendo asesinado -claro- al año siguiente. Le sucedió su hijo, Zahir Shah, de 19 años, (que es el vejete que los americanos se llevaron de vuelta a Afganistán en 2002 para dar una apariencia de legitimidad a la convocatoria de la gran asamblea de notables).

Zahir fue dominado por sus parientes, que en los años 30 continuaron el programa de reformas e hicieron derivar al país hacia la órbita del Eje, firmando acuerdos con Alemania, Italia y Japón. Al comenzar la Segunda Guerra Mundial, Afganistán se declaró neutral, pero manteniendo las simpatías por el Eje, hasta que en 1941, Gran Bretaña y la Unión Soviética le obligaron a expulsar a los numerosos agentes alemanes e italianos presentes en el país.

En 1942, los Estados Unidos establecieron relaciones diplomáticas con Afganistán y en 1946, el país ingresó en la recién creada ONU. Tras la independencia de la India y su división entre India y Pakistán, el gobierno afgano reclamó un plebiscito en las zonas tribales de mayoría pashtún (donde ahora se supone que acampa la cúpula de al-Quaeda) sobre su adhesión a Pakistán o a Afganistán. Dicho plebiscito fue rechazado por el nuevo gobierno pakistaní, produciéndose frecuentes enfrentamientos armados entre las tribus pashtunes y el ejército pakistaní. Estos choques se recrudecieron a partir de 1949, al crearse con apoyo afgano un movimiento en pro de un Pashtunistán independiente.


El apoyo estadounidense a Pakistán, tratando de contrapesar la influencia regional de una India nada proclive a alinearse con Occidente en la Guerra Fría, causó cada vez más inquietud en Afganistán, hasta que la firma de un tratado militar entre Pakistán y los Estados Unidos, en 1954, llevó a Afganistán a alinearse con la Unión Soviética, lo que se escenificó con la visita del primer ministro soviético Bulganin y el apoyo de la URSS al eventual estado de Pashtunistán. El gobierno soviético incrementó su apoyo técnico y económico.

A fines de los 50, las relaciones entre Pakistán y Afganistán mejoraron por un tiempo, pero en 1961 estalló la cuestión de Pashtunistán y las relaciones se rompieron hasta 1967. En 1963, el rey Zahir asumió personalmente el poder, apartando a su primo Muhammad Daud, que llevaba 10 años ejerciendo de "Gran visir". En 1964 promulgó una Constitución que incluía algunas reformas liberales, como la elección del parlamento y una prensa relativamente libre.

La desastrosa situación del país se vio llevada al límite por una sequía de tres años, siendo preciso el envío de ayuda humanitaria, especialmente por la Unión Soviética, Estados Unidos y China, no obstante lo cual, murieron de hambre unos 80.000 afganos. En 1973, Muhammad Daud dio un golpe de Estado, mandó al exilio al rey Zahir, y proclamó la República. En 1977 se aprobó una nueva constitución. Se mantuvo la ayuda soviética. Fue en esta época -1978- cuando los soviéticos construyeron el famoso túnel de Salang, que atraviesa el Hindukush mejorando la comunicación por carretera entre el Norte y el Sur del país. (y mejorando la eventual ruta de invasión) El rechazo a la línea Durand se endureció y provocó una nueva ruptura de relaciones con Pakistán. Se cerró la frontera y Afganistán quedó aún más dependiente de la Unión Soviética.

En 1978, se produjo un golpe de Estado dirigido por los comunistas y Daud fue ejecutado. Muhammad Taraki, líder del partido Parcham, se puso al frente de un Consejo Revolucionario, siendo sustituido por Afizullah Amin, del partido Jalq, ambos comunistas. El gobierno "revolucionario" inició un programa de reformas económicas y sociales basado en el así llamado socialismo científico que incluía -otra vez- la educación laica incluso de las niñas, lo que provocó inmediatamente la rebelión de las tribus y la llamada a la yihad por los mulás.

El régimen se endureció cada vez más, incrementando de la represión y ejecución de los oponentes. A pesar de la presencia de asesores militares soviéticos, el ejército se desintegraba a marchas forzadas. Taraki fue asesinado, probablemente por orden de Hafizulah Amin, que pidió la intervención soviética para salvar su gobierno.

Amin fue ejecutado en diciembre de 1979, al poco de aparecer los soviéticos. Según unas versiones, por los rusos adrede, por los rusos por error durante el asalto al palacio presidencial, por sus guardaespaldas por error, por sus guardaespaldas adrede. Aún no se sabe a ciencia cierta, ni se sabrá probablemente, ¿a quién le importa?

El 24/12/1979 se inició la intervención soviética a gran escala. El 27 se anunció públicamente que "el represor Amin" había sido ejecutado. Brabak Karmal, del partido de Taraki y ex-ministro, fue designado nuevo presidente de Afganistán.

Hacia el 10/01/1980, a los 15 días, estaban desplegadas en Afganistán 5 divisiones soviéticas: 105 aerotransportada - Kabul / 66ª Brigada de fusileros motorizados en Herat / 357ª de Fusileros motorizados en Kandahar / 16ª de Fusileros motorizados entre Badajshan, Tajar y Samangan y 306ª Motorizada en Kabul.

Continúa en Afganistán (II)

23/3/07

Videovigilancia de mierda



El delirio británico relacionado con las videocámaras de vigilancia en la vía pública, está alcanzando proporciones más bien inquietantes. Me inquieta particularmente la posibilidad de contagio a estas latitudes.

Ayer, en El País, leo que en el municipio de Ealing, oeste del Gran Londres, el Ayuntamiento ha decidido colocar videocámaras camufladas en la calle en forma de latas y cosas así para captar a los ciudadanos inciviles que vulneran la normativa sobre vertido de basuras (hoy Residuos Sólidos Urbanos, RSU).

Pretenden tranquilizar a la gente explicando que no van a sancionar inmediatamente a aquellos que –es un suponer- no separen adecuadamente los distintos tipos de basura, sino que, en tal caso, la primera vez recibirían la visita de un inspector municipal que les informaría amablemente sobre el modo correcto de proceder.

Lo que se considera grave, al parecer, es depositar las basuras fuera de los días señalados para ello. Y es entonces cuando uno (que es muy provinciano) descubre que en dicho londinense municipio la basura se recoge una vez a la semana y que la ciudadanía se malicia que esto es el primer paso para llevar a la práctica una idea, ya apuntada por los ediles, consistente en recogerla cada 15 días.

Esto suscita en mi ánimo varias consideraciones, a saber:

a) Obviamente, que los citados ediles ingleses son unos guarros, aunque, como buenos políticos, le echen la culpa de ello a los ciudadanos. (Prometo no quejarme durante unos días de la situación de mi barrio)

b) Que la privatización de los servicios y la aplicación de “criterios de gestión empresarial” a actividades tan anquilosadas por la conocida ineficiencia administrativa, es capaz de encontrar soluciones para reducir costes tan imaginativas como que los vecinos se guarden la basura en casa hasta que a mí me de la gana ir a por ella. Obviamente, no es lo mismo mantener un servicio como en la tercermundista España, donde estas cosas se hacen a diario debido al conocido afán despilfarrador de la cosa pública, que mantener 1/7 o 1/15 de servicio.

c) Aparentemente, todo este despliegue granhermanesco, no tendría el menor sentido si los servicios municipales funcionaran de un modo racional y la basura se recogiera todos los días. Pero:

c’) seguro que sale más barato recoger la basura cada 15 días;

c’’) hay que dar alguna función a los inspectores municipales de basuras, ya que éstas no se recogen demasiado;

c’’’) mejorará el estado de las arcas municipales al encontrar otro filón de poner multas y –sobre todo-

c’’’’) de vez en cuando hay que cambiar de excusa para poner más cámaras por la calle para tener controlados a los ciudadanos, y ésta, no sólo evita mencionar el terrorismo y la delincuencia, que ya cansa un poco; sino que –encima- les echa la culpa a los propios munícipes: “¿veis?, si no fuerais tan cerdos, no harían falta las cámaras”.

Supongo que el siguiente paso va a ser revisión obligatoria de la basura de la gente con la excusa de comprobar que no comen cosas que engordan.

Si no fuera porque yo soy extraordinariamente valiente y viril, confesaría que da miedo.
Claro que no hay que perder de vista la posibilidad de que:
a) El primo del Mayor o como se llame, ha montado recientemente una fábrica de videocámaras de vigilancia con forma de lata o de botella de leche.
b) simplemente y como tan a menudo ocurre, tan sólo son profundamente imbéciles.

20/3/07

Estadísticas del mes

Hoy es el día elegido (bueno, ayer) para ver las curiosas búsquedas que traen a la gente al bar. Detallo aquellas en que estoy entre los 10 primeros, porque la vanidad , ya se sabe... Me parece que voy pillándoles el truco a las arañas buscadoras para llegar a convertirme en referente mediático sin necesidad de mencionar al gran rocco sigfredi ni cosas relacionadas con su arte (salvo en su contexto, claro está)

  • Barra de un bar.
  • Tipo e identificacion de materiales: 10 de 1.380.000. Postio: "Identificación de materiales."
  • Mapa despues de la primera guerra mundial.
  • Donde comprar el libro de la historia de Gengis Kan: 5 de 30.600. Postio: etiqueta "Historia".
  • Quien fue Roosevelt en la segunda guerra mundial: 5 de 133.000. Postio: etiqueta Segunda guerra mundial.
  • Que es el barrio: 4 de 4.090.000. Postio: "Lo que es el barrio"
  • Putas carretera de la coruña: 8 de 32.500. Postio: "etiqueta Puteques.
  • Poesia se acabo: 2 de 1.390.000. Postio: " se acabó la poesía por una temporada"
  • "Carta del director" marzo 2007 el mundo termopilas.
  • ¿que significa ETOLOGIA?: 10 de 88.500. Postio etiqueta Etología.
  • que es un barrio.
  • que sustancia lleva el polvo para las hormigas. 1 de 33.900. Postio: "Nos quedamos sin municiones"
  • Cultivos transgenicos. 7 de 77.700. Postio: etiqueta cultivos transgenicos.
  • que si tienes cadena perpetua y metas en la carcel. 1 de 73.000. Postio: "Psicópata, literato y mártir"
  • principales vendedores de pcb. 2 de 757. Postio: "Cierta perspectiva"
  • ombligo mundial. 5 de 239.000. Postio: "El ombligo del mundo sigue igual"
  • (Esta es una de mis favoritas) Terminologia de mujeres sodomizando a hombres. 2 de 17. Postio: "Lo último de bin Laden (por el momento)"
  • (Esta también es bastante buena, la verdad) Libros donde vengan pinturas famosas pero que sean con gorilas. 2 de 162. Postio: "Robert Nesta Marley."
  • premisas.
  • percas del nilo.
  • peluqueria de caballeros regentada por mujeres.
  • parienta.
  • (esta no deja de tener su miga) para saber si un pasaporte es real o falsificado en johannesburgo.
  • origen de briseida iliada
  • no existe una sola historia "ciudades de la edad media"
  • modelos bikini bumba (esta no habría stado mal, pero queda eclipsada por las anteriores)
  • mapas de arabia situadas todas las conquistas.
  • vitoria 1839 ley alcalde.
  • portaaviones americano en el estrecho de ormuz.

19/3/07

Más manifas

Este sábado ha habido dos manifestaciones más. La de UPN-PP en Navarra y la de diversos "colectivos" de "izquierda", incluido el PSOE, en Madrid. Las dos algo surrealistas, creo yo.

A mí, lo que más surrealista me parece, es que los españoles salgan a la calle a manifestarse por estas cosas y no por las que realmente les afectan, como por ejemplo el precio de la vivienda. El precio de la vivienda está produciendo una destrucción social en España como no se había visto en los últimos decenios; alterando las principales expectativas de la gente de formar una familia y llevar una vida normal (o lo que antes se consideraba normal) y, además ha sido producida por una colusión de intereses entre los constructores, los bancos y los partidos políticos (todos ellos, en mayor o menor medida) Pero, no: la gente sale a manifestarse por las cosas que consideran manifestables los chamanes de la tribu. La verdad es que no tengo muchas esperanzas de que nada cambie: me dí cuenta hace años, cuando el Sevilla estuvo a punto de bajar a Segunda por la cosa de los dineros y Sevilla se echó a la calle, cosa que no había hecho por cosas como la catastrófica situación del paro por aquella época.

La del PP, en la línea adoptada últimamente de "tomar la calle", cosa a la que parecen haberle cogido el gusto, era al parecer para evitar que Navarra sea entregada a ETA por el traidor ZP. Yo me digo, "hay que ver, qué perfección han conseguido a la hora de intoxicar a la gente", ya que se manifiestan, primero, contra una posibilidad recogida en la Constitución (aunque a mí me parezca ya bastante extemporánea), como es sabido; segundo, contra algo que sólo se puede hacer si los navarros dan su consentimiento y, tercero y principal, contra algo que nadie (salvo Batasuna) ha planteado (aparte del PP, claro). De hecho, Nadie en el Gobierno ni en el PSOE lo había propuesto y, de hecho, el propio PSOE había dejado solemnemente claro (si es que puede haber algo solemne para un político) que estarían en contra de tal eventualidad si llegara a plantearse. La única fuente para pensar que tal cosa existe en el mundo real es que lo dicen el propio PP y sus medios colaterales.

Entonces, aparte de para seguir dando impresión de poderío y poner más nervioso a ZP, ¿para qué la manifestación? La respuesta nos la dio el presidente Navarro en su discurso de clausura, que escuché en directo por Telemadrid: para que el PSN se comprometa a no pactar con los nacionalistas tras las elecciones forales. ¡Amigo! O sea, que la manifestación era para salvaguardar la mayoría de UPN-PP. Acabáramos. Muy bien: se plantea que, si el PSN pacta con Nafarroa Bai o cualquier otro grupo que no sea del agrado del PP, está cediendo al chantaje de ETA y traicionando a Navarra y, por ende, a España, cosa que, como es sabido, es la principal ocupación de Zapatero.

Como entra dentro de lo probable que dicha situación se produzca, en cuyo caso es altamente probable que dicho pacto tenga lugar, y el PP pierda su mayoría en las Cortes Navarras, dicha victoria, desde el sábado, queda calificada preventivamente de ilegítima y el PP -de nuevo- único bastión en defensa de la Patria amenazada, podrá clamar todo lo que quiera y, además, decir que ya lo habían advertido. De hecho, la mera victoria democrática en las urnas será la prueba de la traición. Impecable. El único defecto es que incide un tanto en el ya conocido hábito del PP de considerar ilegítimos los resultados electorales que no le convienen.

En cuanto a la manifestación contra la guerra de Irak, no es original, porque fue convocada en toda Europa con diverso éxito. Aquí, se diga lo que se diga, venía revestida de cierta competencia con las últimas manifestaciones del PP y sus organizaciones satélites, en cuyo caso, más habría valido otra excusa (aunque una escasa asistencia habría tenido más gravedad)

Lo de pedir la salida inmediata de las tropas de ocupación, con la actual situación de caos absoluto, es una muestra clásica de la irresponsabilidad progre. Irresponsabilidad por partida doble: porque sacar de golpe y porrazo a las tropas de ocupación sería irresponsable y porque los convocantes jamás van a tener ninguna responsabilidad en ello, o sea, que como si piden la luna.

En Irak, todo el mal posible ya está hecho. No sólo en Irak: en todo el mundo. No voy a insistir en ello. Es evidente que los americanos y los que quedan ahí, principalmente británicos y polacos, tendrán que salir de allí más pronto que tarde, pero necesitan una buena excusa para hacerlo. Una vez perdida la guerra (una guerra se pierde cuando no se consigue ninguno de los objetivos que se pretendía alcanzar con ella, como es el caso) lo único que queda es salvar la cara y eso -todavía- es muy importante.

El problema de Irak no está solo. Está Afganistán. En Afganistán ya se ha hecho público que la situación es insostenible y lo va a ser más. Y después del fracaso en Irak (por delictiva y estúpida que fuera la operación) el fracaso en Afganistán será la guinda: Al Quaeda en particular y el yihadismo en general, podrá decir que está ganando a Occidente. Digo "será" y no "sería" porque a) no creo que se pueda hacer mucho por evitar el fracaso y b) de haberlo, nadie va a estar dispuesto a hacerlo.

Mientras tanto, el PP ha encontrado hábilmente otro frente para ZP (frente que yo mantengo abierto desde el día que ganó las elecciones, por cierto): Afganistán.

Se han propagado muchas sandeces que ya son artículos de fe para los consumidores de El Mundo y la COPE acerca de que:

La invasión y destrucción de Irak fue legalizada a posteriori por el Consejo de Seguridad de la ONU (falso: lo único que hizo fue reconocer a Estados Unidos el status de potencia ocupante, lo que le obligaba a cumplir las Convenciones de Ginebra y la Haya, y asumir sus responsabilidades para salvaguardar las vidas, bienes y derechos de los irakíes; cosa que -evidentemente- no ha hecho ni está haciendo)

Que Aznar no "metió a España en una guerra", sino que fuimos en misión humanitaria apoyada por la ONU. Falso: Aznar, no sólo formó parte de la reunión en que se decidió la invasión, sino que hizó de correveidile de Bush a intentar (bastante infructuosamente) recabar el apoyo de los países latinoamericanos, con especial catastrófico resultado en el caso de México. Dicen que cuando Aznar envió a las tropas españolas, la invasión ya había terminado y estaba legalizada por la ONU. Que estaba "legalizada" es mentira, pero lo otro también. Lo que pasa es que como trataba de tirar la piedra y esconder la mano, tuvo a nuestros barcos dando vueltas hasta que la cosa pareció resuelta. No obstante, recomiendo vivamente la lectura de un libro (publicado por La Esfera de los Libros, o sea: El Mundo, en 2006) " Y al final, la guerra", de Luis Miguel Francisco y Lorenzo Silva. Está basado en más de cien entrevistas con militares que participaron en la campaña de Irak y, además con acceso autorizado a los diarios de operaciones de diversas unidades. Resulta edificante (por mi parte, lo digo en serio) la imagen de los legionarios españoles en Nayaf cuando salen al combate sobre sus BMR cantando a voz en cuello "El novio de la muerte". Probablemente, fueran del PSOE.

En cuanto a la excusa residual (y ya un poco vergonzante) de que "todo el mundo" creía que había armas de destrucción masiva, etc., etc., en fin... yo recuerdo la sesión del Consejo de Seguridad, retransmitida en directo días antes de la invasión, en la que Hans Blix y Al Baradei -es decir, los encargados por dicho Consejo de ver qué había en Irak- dejaban muy clarito que de armas de destrucción masiva no había ni rastro.

Mi intención era comentar más bien lo de Afganistán y sus implicaciones en nuestro futuro, pero lo dejo para otro día.

11/3/07

Lo que es el barrio III (¡EL OSCAR!)



Bueno, pues el barrio no sólo es cojonudo, y demás, sino que a mi colega Ray y su equipo les han dado un óscar, fíjate, por la cosa de El Laberinto del Fauno (Lo recogió la jefa, vale, pero aquí está él presumiendo con ella) Da la casualidad de que Ray fue el primero que dejó un comentario en este vuestro blog. La foto está autorizada.

6/3/07

Me mola más el Dragunov



"La muerte a más larga distancia confirmada con un fusil del 7,62 en Irak."

Esto es un anuncio.

El tema es que aseguran que, en Irak, un sniper americano se cargó de un tiro a un tío a 1.250 metros con un Remington M 24 SWS del 7,62. como el de la foto (el énfasis del anuncio viene de que no fue con un Barrett Spingfield del 12,70, o .50, que ya sería más normal)

"Desde su adopción por el Ejército de los Estados Unidos, el M-24 es el standard por el que son juzgados el resto de los fusiles militares para francotirador. El M-24 es reconocido en todo el mundo como un sistema sniper de largo alcance capaz de funcionar en los entornos militares más duros, incluidas las alturas más extremas y las profundidades del océano [¡?]. El M-24 es un multiplicador de fuerza probado en combate que sirve en el Ejército de los Estados Unidos con honor y distinción contra los enemigos de nuestra nación en el pasado, el presente y el futuro. "

¿Qué es lo que llama la atención de este anuncio?

A mi juicio, lo primero es que dice: 7,62. (7,62x51 OTAN) , no 30.06. Lo que implica que, pasito a pasito, el sistema métrico va abriéndose camino en el Imperio, lo que imagino que haría las delicias de Napoleón Bonaparte que -no lo olvidemos- después de Waterloo intentó marcharse a los Estados Unidos para rehacer su vida. Lástima que fuera interceptado por la Royal Navy y enviado definitivamente a Santa Elena.

De forma secundaria, sospecho que en nuestro continente en abierta decadencia (salvo Polonia y la parte sensata de España - Rusia es Asia, como sabemos), este anuncio jamás habría sido publicado o -de haberlo sido- habría concitado de forma inmediata las iras rencorosas de esa pléyade de feministas, maricones, socialdemócratas y demás representantes de la vieja Europa que consideran que estas cosas no pueden mostrarse en público, al menos en horario infantil, y habría sido escandalosamente prohibido, con jugosos artículos de Rosa Montero por medio en el dominical de El País.

En definitiva: los Estados Unidos (y las Américas en general) no están trabados por los traumas europeos sobre los trastos de matar: si yo fabrico un cacharro tan bueno como el M24, con el que un tipo bien entrenado (Vbgr. Mel Gibson) es capaz de hacer blanco a 1250 metros (¡metros, no yardas!, otro triunfo de la globalización) lo publicito, ¡qué coño! Aquí, se fabrican y exportan cosas como el Hécate o el Accuracy (el que usa el Ejército español en calibre 7,62) y nuestros afeminados manufactores no son capaces de anunciarlo así. Claro, que el mercado es más restringido y la cosa queda como más para las ferias de "Defensa" en la Casa de Campo.

1/3/07

Lo que es el barrio (II)

Lo del articulillo anterior venía a cuento de una amena charla sobre el modelo de ciudad, que empezó a propósito de aquello que nos contaba este verano Desmond Morris. Yo, puestos a elegir, me quedo con mi barrio (un poco más limpio, tal vez, pero eso se solucionaría si el Ayuntamiento de Madrid lo limpiara una vez por semana – no es coña)

Nunca he sido especialmente partidario de las teorías conspiratorias, pero esto se parece demasiado a una conspiración. Nuestro modo de vida (por lo menos el mío) se basa en las relaciones sociales basadas en la cercanía. Me refiero a cercanía geográfica: a los vecinos. La mayor parte de mis mejores amigos (no es que sean muchos) no viven en mi barrio, a veces, ni en mi país; pero me relaciono a diario con un montón de gente que forma parte de mi particular “red”, palabra esta muy en boga para expresar estas cosas.

No vivo aislado. Salgo a la calle y conozco a mis vecinos, y ellos a mí. Comprar el periódico o el pan no son actos mecánicos: empatizo (otro palabro actual) con mi panadero, aunque ahora sea chino, y con mi kioskero, que es el mismo Manolo de los últimos 20 años (salvo eventuales ausencias mías) y que me evita las suscripciones porque lleva casi todo ese tiempo guardándome el Defensa y el Política Exterior Sua sponte, no porque yo se lo haya pedido en ningún momento. Igual que el panadero chino ya me guarda mi pistola si ve que se queda sin pan y yo no he llegado aún.

Casi todos los días, como de menú en el Ávila, donde Sita, que cuida con esmero la nutrición de sus clientes divorciados y demás desheredados de la fortuna, se empeña en ponerme mi plato único de cuchara (¡sus lentejas son la hostia!) hasta rebosar por más que le insista en que, si tomo sólo un plato de sus menús concebidos para fornidos currantes de la constru, es porque por la tarde sigo trabajando y comer demasiado me da modorra. Su hija (a quien hemos pagado la carrera y el máster a base de cañas entre unos cuantos) me presta libros que yo no me compro –tipo “ocho años de gobierno” o “la conspiración”-, cosa impensable cuando era un mico que no levantaba tres palmos del suelo. La camarera actual es una colega que tiene al bar como sustituto del INEM entre curro y curro y que no se larga por no dejarlos colgados.

Buena parte de las chorradas que comento aquí surgen de charlas de bar, en el Ávila o en el Enredos, que como se sabe es el pub de por la noche ( y de donde son las imágenes de portada), sobre todo del finde. No quedas: vas al bar y siempre hay alguien.

Cuando, hace veinte años, me vine a vivir aquí, las abuelas sacaban las sillas a la calle en veranito y charlaban de sus cosas. Luego nos fuimos haciendo europeos y las abuelas se fueron muriendo. De unos años a esta parte, son los inmigrantes sudamericanos quienes han retomado la costumbre aunque algunos gilipollas de los que escriben cartas al dominical de El País lo consideran “tercermundista”. (Bien es verdad que hace unos años hubo problemas con una horda de ecuatorianos traídos directamente de la selva, que desconocían la utilidad del water de los bares y que no había que violar a las mujeres por más borracho que estuvieras; pero eso ya pasó, afortunadamente, aunque hubo que hacer alguna llamada al orden)

En resumidas cuentas: que mi barrio es –con todas sus miserias- el paradigma de lo que yo considero un barrio. Realmente, es un pueblo en el centro de Madrid.

Pero resulta que los vientos de la Historia nos empujan por otros derroteros, henchiendo las velas cuadras de dos estructuras mafiosas que me resisto a no creer vinculadas, a saber: los especuladores inmobiliarios y los gilipollas de las cartas al dominical de El País.

Frente al escenario para ellos cutre y casposo de que yo me declaro partidario, ellos propugnan un modelo de ciudad basado en una cosa que llaman “calidad de vida”, consistente en zonas situadas en medio de ninguna parte llenas de unos habitáculos uniformes conocidos por “adosados”, donde se estabulan las familias, manteniendo a la gente (sobre todo a los tíos) convenientemente alejada de los bares, de las panaderías, de los kioskos, de las tiendas de ultramarinos y hasta del vecino de al lado. Supongo que los fabricantes de coches tienen algo que ver: cómo mola tener que coger el coche para ir a tomar una caña (bien pensado, la Benemérita también debe estar en el ajo) o a cualquier otra cosa.

No reitero mi opinión sobre estas colmenas horizontales porque ya comenté sobre eso en mi primer articulillo de este blog. Pero su objetivo es desvertebrar la sociedad, liquidar el trato social propio de una sociedad relativamente sana (a la par que el pequeño comercio). Cuando la irrupción del video en los 80 acabó con los cines de barrio, la sesión continua y los programas dobles, debimos alarmarnos, pero tal vez fuéramos demasiado jóvenes y la pugna entre el Beta y el VHS aún no estaba decidida.

Se trata de que la gente no se relacione entre sí (hasta que –inexorablemente- se va divorciando), que haga sus compras semanalmente en megacentros comerciales ordenados a la imbecilización social y, sobre todo, que no pueda contrastar sus ideas con nadie.

Casualmente las ideas de esas sectas integristas a favor de horarios supuestamente racionales (40 minutos para comer, nada de fútbol a las diez de la noche y que los bares cierren pronto o –de ser posible- cierren definitivamente, etc.) coinciden con las de la –todavía- ministra de sanidad, esa especie de talibana herbíbora adicta al pilates a la que no se conoce varón, que persiste en querer decidir por nosotros cómo debemos ser y, también, con las de gente como Paco El Pocero (que seguro que no se las aplica a sí mismo - en su caso no es nada personal: son negocios)

La prueba de que esto está organizado la tenemos en los Planes Generales de Ordenación Urbana que proliferan cual metástasis por el solar patrio, los cuales, no sólo hipertrofian el asfalto, sino que determinan previamente el uso del suelo. Porque, amigos míos, no es que no haya nadie con dos dedos de frente a quien se le ocurra la evidente idea de poner un bar en uno de esos “adosados” amontonados en hectáreas y hectáreas de “uso residencial”. Es que no se puede: está prohibido por "el Plan”.

Porque, claro, si en medio de esa colmena horizontal de humanos estabulados, pletórica de calidad de vida, pusiéramos un bar, automáticamente empezaría a convertirse en un barrio y –tal vez- el siguiente paso fuera poner un kiosko de periódicos, o reclamar a una Administración que les pusiera un colegio al que poder llevar a los niños a pie.