30/4/08

Otro sábado a la noche



Este bar (la BFI) es sorprendente. Esta vez, digo lo de sorprendente porque me resulta difícil establecer los patrones de asistencia de público. Bien es verdad que lleva abierto poco más de un año, y pasar de 22 años a 1 año es complicado. Pero aún así.

El sábado pasado estaba semivacío de no ser por la actuación que comenté. En cambio, hoy está lleno hasta los topes de gente bastante joven y absolutamente desconocida para mí. Vaya, que ni me suenan del barrio.

Los CHSF no suelen venir los sábados. La Verdad es que yo tampoco, salvo éste y el pasado. Así que aprovecho para tomar notas en la barra. Los habituales ya tienen costumbre de verme escribir, pero hay jovencitos que, cuando vienen a pedir o a pagar, me miran como se mira a un especimen extraño y potencialmente nocivo.

Ayer, en cambio, la cosa era distinta. El 90 % del público no era tal público, sino nosotros. Hubo una conversación bastante pintoresca entre:

a) Nuestro profesor de secundaria que está reconvirtiéndose a la vida civil.

b) Nuestra profesora de secundaria que últimamente tiene toda la pinta de que va a arrancar a mordiscos la yugular del padre de algún alumno.

c) Nuestro veterinario consultor.

d) Nuestro honrado trabajador de una empresa de armamento de alta tecnología.

e) Vuestro humilde narrador.

También andaban cerca o habían andado nuestro técnico de mantenimiento de instalaciones deportivas municipales y nuestro operador de grúa torre (titulado)

b) estaba desgranando sus habituales y bien fundadas diatribas contra los padres de sus alumnos, manteniendo que lo mejor que podría ocurrir es que los padres decidieran pasar totalmente de sus hijos; es decir: que no sólo pasaran de ellos todo el tiempo, sino que no se sintieran obligados a darles la razón cuando la tutora intenta transmitirles su preocupación por el hecho de que se dedican a robar o extorsionar a los compañeros de clase. Por ejemplo.

a) Comentaba que él no solía tener ese tipo de problemas, porque, como él oficiaba en un barrio popular, los padres, en efecto, pasaban por completo, con lo que el resultado era indudablemente mejor. Aunque comprendía que los padres del cole privado guay de su compañera, por formación, se sintieran compelidos a intentar demostrar a la profesora que ellos eran más listos y titulados.

"Yo tenía la ventaja de que, con que estuvieran en clase en lugar de andar por ahí dando el palo a las abuelas, ya estaba cumplido."

b) todavía se resiente de las secuelas de su último viaje con los alumnos (y eso que tenemos a la Pelirroja, nuestra irremplazable fisioterapeuta colectiva, de cuya eficacia torturatriz doy fe). Bueno, como su cole es guay, fueron a esquiar a Baqueira y, el primer día, un alumno se la llevó por delante en la pista. Resultado: alumno 1, profesora 0. Se pasó la semana entera con su pierna escayolada viendo esquiar a la gente.

O aquella vez, en Italia, que se les despistaron dos lolitas vestidas de Pretty woman en el hotel y acabaron rescatándolas a su pesar (de ellas) de debajo de la cama de una habitación rellena hasta sus últimos intersticios por un equipo de fútbol de veinteañeros italianos hiperhormonados y completamente borrachos.

Y, claro, a ver cómo les explicas a los padres de las interfectas que sus hijas tiene faltas porque han sido emborrachadas (con su consentimiento entusiasta) y violadas por veinte intrépidos deportistas guapísimos todos y simpatiquísimos.

c), que también fue profe, tenía la ventaja de haberse desempeñado en la Universidad y, así, cuando una alumna llegó preñada de Cuba (donde los había acompañado por alguna extraña razón) y el padre fue a pedir cuentas, pudo darle explicaciones contundentes:

1º.- Su hija es mayor de edad y

2º.- Sólo puedo decirle que yo no me la he follado.

Eso sí. Siempre cuenta que un aspirante a veterinario completamente moco se tiró a una piscina sin reparar en que estaba vacía y hubo que evacuarlo. Suena en exceso literario, lo sé, pero otras cosas igual de literarias le he oído contar y puedo testificar ante un tribunal que ocurrieron.

a) llegó finalmente a la decisión de que si se llevaba a la gente por ahí, no admitía chicas, salvo que un número conveniente de profesoras-hembra se jodieran y fueran con él.

Yo, como mis esporádicas veleidades docentes se limitan al ámbito de las así llamadas formación continua u ocupacional, no tengo esos problemas.

No sé cómo, la charla fue degenerando hacia métodos de motivar a los cachorros humanos para la cosa de que aprendan algo y, en ese capítulo, la palma se la llevó a), que acabó confesando haber dado una práctica de biología con muestras que los alumnos se autoextraían en el WC y traían en un chivato de paquete de tabaco.

Al parecer, aquello dio pie a interesantes elucubraciones científicas acerca de la diversidad de las muestras y a cierto grado de competencia viril entre los jóvenes discentes a propósito del número y motilidad de las células con rabito.

"¡Qué huevos, tío!" "Eso no me lo habías contado a mí" (su compañera de mesa, lecho y habitación) "¡No jodas!", "Qué guarrería"... "No, si las muestras las preparaban ellos, y yo no me quité los guantes de látex... pero si, joder, cuánta viscosidad"

La verdad es que fue muy instructivo -decía a)- pero a veces lo pienso y me imagino los titulares "¡Tío, en cuanto uno sólo lo hubiera contado en casa!"... "No, si ya, pero es que te enardeces con la cosa de motivarlos y acabas metiéndote en cada lío..."

b): Y las chicas, ¿qué hacían?

a): Pues nada, mirar por el microscopio, y se reían un huevo.

c) Claro, y elegirían a los de mayor motilidad.

b) O a los de menor.

c) Bueno, claro, si.

a) Como se ponían tan competitivos, les tuve que explicar que los que tenían menos densidad poblacional debía ser porque se habían hecho pajas hacía poco, o sea, más pajas. ¡Bueno! y hasta igual habían follado, que eso da mucho prestigio. Claro, que los había que se movían con poca convicción, y eso no ... Al final tuve que liar un poco las muestras para no joderle a alguien la autoestima.

"Pero de todas formas, ¿te das cuenta de que estuviste a esto de salir en Telemadrid?" (a) Baja la cabeza y asiente mientras levanta el dedo para que le pongan otra Mahou) "...Ya, ya... pero, joder, la idea fue suya y no iba a extraerme la muestra yo, ¿no?"

Y, ahora que termino, suena "El Muro". No lo he pedido, es cosa de Alex, que le ha dado por ahí. La camarera china me acaba de decir mirando al exceso de público: "Hoy no Kung Fu". Ya.

26/4/08

Lo de la Justicia no es de hoy

En el transcurso de sus azarosos viajes, el Doctor Lemuel Gulliver llega, náufrago de nuevo, a una isla poblada por una especie de antropoides salvajes de costumbres sumamente desagradables y antropofágicas, los yahoos, y una raza de caballos que no se llaman googles, sino houyhnhnms. Estos caballos son seres de extremada inteligencia y costumbres morigeradas que, no obstante su repugnancia por los yahoos, los utilizan como mano de obra. Mientras que el viajero va encontrando cada vez más semejanzas entre el comportamiento de los yahoos y el de los ingleses, los houyhnhnms son de mente tan elevada que les cuesta comprender buena parte de las explicaciones que Gulliver les da sobre Europa. Hay cosas que no cambian. En este párrafo, Gulliver conversa con su amo equino:

"Le había yo dicho que algunos hombres de nuestra tripulación habían salido de su país a causa de haberles arruinado la ley, palabra ésta cuyo significado le había explicado ya; pero no podía comprender cómo era posible que la ley, creada para la protección de todos los hombres, pudiera ser la ruina de ninguno. Por consiguiente, me rogaba que le enterase mejor de lo que quería decirle cuando le hablaba de la ley y de los dispensadores de ella, con arreglo a la práctica de mi país, pues él suponía que la Naturaleza y la razón eran guías suficientes para indicar a un animal razonable, como nosotros imaginábamos ser, qué debía hacer y qué debía evitar.

Aseguré a su señoría que la ley no era ciencia en que yo fuese muy perito, pues no había ido más allá de emplear abogados inútilmente con ocasión de algunas injusticias que se me habían hecho; sin embargo, le informaría hasta donde mis alcances llegaran.

Díjele que entre nosotros existía una sociedad de hombres educados desde su juventud en el arte de probar con palabras multiplicadas al efecto que lo blanco es negro y lo negro es blanco, según para lo que se les paga. "El resto de las gentes son esclavas de esta sociedad. Por ejemplo: si mi vecino quiere mi vaca, asalaria a un abogado que pruebe que debe quitarme la vaca. Entonces yo tengo que asalariar a otro que defienda mi derecho, pues va contra todas las reglas de la ley que se permita a nadie hablar por sí mismo. Ahora bien; en este caso, yo, que soy el propietario legítimo, tengo dos desventajas. La primera es que como mi abogado se ha ejercitado casi desde su cuna en defender la falsedad, cuando quiere abogar por la justicia -oficio que no le es natural- , lo hace siempre con gran torpeza, si no con mala fe. La segunda desventaja es que mi abogado debe proceder con gran precaución, pues de otro modo le reprenderán los jueces y le aborrecerán sus colegas, como a quien degrada el ejercicio de la ley. No tengo, pues, sino dos medios para defender mi vaca. El primero es ganarme al abogado de mi adversario con un estipendio doble, que le haga traicionar a su cliente insinuando que la justicia está de su parte. El segundo procedimiento es que mi abogado dé a mi causa tanta apariencia de injusticia como le sea posible, reconociendo que la vaca pertenece a mi adversario; y esto, si se hace diestramente, conquistará, sin duda, el favor del tribunal. Ahora debe saber su señoría que estos jueces son las personas designadas para decidir en todos los litigios sobre propiedad, así como para entender en todas las acusaciones contra criminales, y que se los saca de entre los abogados más hábiles cuando se han hecho viejos y perezosos; y como durante toda su vida se han inclinado en contra de la verdad y de la equidad, es para ellos tan necesario favorecer el fraude, el perjurio y la vejación, que yo he sabido de varios que prefirieron rechazar un pingüe soborno de la parte a que asistía la justicia a injuriar a la Facultad haciendo cosa impropia de la naturaleza de su oficio.

Es máxima entre estos abogados que cualquier cosa que se haya hecho antes puede volver a hacerse legalmente, y, por lo tanto, tienen cuidado especial en guardar memoria de todas las determinaciones anteriormente tomadas contra la justicia común y contra la razón corriente de la Humanidad, las exhiben, bajo el nombre de precedentes, como las autoridades para justificar las opiniones más inicuas, y los jueces no dejan nunca de fallar de conformidad con ellas.

Cuando defienden una causa evitan diligentemente todo lo que sea entrar en los fundamentos de ella; pero se detienen, alborotadores, violentos y fatigosos, sobre todas las circunstancias que no hacen al caso. En el antes mencionado, por ejemplo, no procurarán nunca averiguar qué derechos o títulos tiene mi adversario sobre mi vaca; pero discutirán si dicha vaca es colorada o negra, si tiene los cuernos largos o cortos, si el campo donde la llevo a pastar es redondo o cuadrado, si se la ordeña dentro o fuera de casa, a qué enfermedades está sujeta y otros puntos análogos. Después de lo cual consultarán precedentes, aplazarán la causa una vez y otra, y a los diez, o los veinte, o los treinta años se llegará a una conclusión.

Asimismo debe considerarse que esta sociedad tiene una jerigonza y jerga particular para su uso, que ninguno de los demás mortales puede entender, y en la cual están escritas todas las leyes, que los abogados se cuidan muy especialmente de multiplicar. Con lo que han conseguido confundir totalmente la esencia misma de la verdad y la mentira, la razón y la sinrazón, de tal modo que se tardará treinta años en decidir si el campo que me han dejado mis antecesores de seis generaciones me pertenece a mí o pertenece a un extraño que está a trescientas millas de distancia.

En los procesos de personas acusadas de crímenes contra el Estado el método es mucho más corto y recomendable: el juez manda primero sondear la disposición de quienes disfrutan del poder, y luego puede con toda comodidad ahorcar o absolver al criminal, cumpliendo rigurosamente todas las debidas formas legales."


Fuente Fidedigna (F.F.): Jonathan Swift. Viajes de Gulliver

20/4/08

Sábado a la noche





Como ya saben los blogueiros y blogueiras que han estado aquí en carne mortal, la Barra Física Interina (B.F.I.) es uno de los bares más seguros del mundo o, al menos, de este lado del río: la Transmanzanaria.

(Perdón, me estaba saludando una de las camareras consortes y, por afección gremial, comentábamos sobre el público no iniciado – P.N.I.- , aparte de que tiene unos ojos hechiceros –O.O.H.H.)

Lo de seguro lo digo porque en este momento hay cinco seguratas. Si: como está al lado del metro, vienen aquí a saciar sus necesidades existenciales, concretadas en este caso sub specie de 2 Brugal con coca, un gin tonic de Tanqueray, otro de Beefeater y un vodka con naranja (genérico, o sea: eristoff. Pobrecito. Mañana nos contará)

Como es sábado y están poniendo el programa éste guarrillo de la sexta y, además, abajo hay un concierto y las amigas del concertante que, como es habitual, ya están hasta la misma vulva de oír siempre los mismos bonitos temas entonados con el mismo tono gangoso que ya se había pasado de moda cuando los Hombres-G iniciaban su andadura profesional, la conjunción de factores resulta ser potencialmente letal.

Por ejemplo: ahora mismo, una señora, poseedora de unos senos, no ya turgentes sino que yo no dudaría en calificar de claramente sobredimensionados, le está practicando una fellatio a un tipo con bigote y dotado de un miembro que sin duda requeriría de previo ahormamiento para hallar vaso idóneo donde insertarse. Esto ocurre en la tele, y en diferido, por supuesto.

Los responsables de la seguridad de nuestro ferrocarril metropolitano dirigen al éter jocosos epítetos ornans relativos tanto al desmesurado volumen peneano como a la no menos desmesurada (más, diría yo) capacidad bucofaríngea. Las amigas del así llamado artista (normalitas pero –ojo- pintonas), que hace apenas una hora habrían acogido con frialdad tal despliegue machista, se ríen ahora, picaronas, presas de etílica intoxicación (muy adecuada por otra parte para la el flujo circular de la renta en estos tiempos de tribulación económica) Se ríen, digo, cuchichean entre sí, y tornan a reír, más si cabe con miradas plenas de sobreentendidos abiertamente libidinosos.

O sea, que no sé cómo va a acabar todo ésto.

(Por cierto: por si acaso alguien estaba viendo el programa en cuestión a la vez que yo en otra localización espacial, diré que la chica de inusitada capacidad bucofaríngea era la sin par Linda Lovelace y que la escena era legendaria, no me vaya algún despistado a tildar de inculto, como ya ha pasado alguna vez, con toda esa cadena de dolorosas rectificaciones)

¡Vaya! Los seguratas piden otra ronda. Es que todos los sábados pasa igual. Los angelitos tienen que relajarse tras el estrés del viernes. Ya saben que a los postadolescentes conflictivos se les acabó la pasta anoche y que los sábados son tranquilos.
Al parecer, el nuevo los ha convencido de que no hay nada como el red bull para echarle al destilado. Ahora son 2 Brugal con Red Bull, los 2 gintonics, igual y el vodka de eristoff también con Red Bull (se va a morir)

No viene ningún CHSF, a las horas que son. Creo que mejor me piro antes de que termine el concierto y que se monte aquí una orgía contra natura que ponga en peligro la salvación de mi alma inmortal.

¡Mierda! Abajo, las Amigas Incondicionales del Artista (A.A. I.I. del A.) piden el consabido bis. Ha llegado el momento de tomar una decisión: o me piro, o me pido un whisky (sin Red Bull, obviamente)


Epílogo: No creáis que os voy a dejar con la incógnita. El tipo ha hecho si bis. Su autoestima se ha salvado (injustamente) una vez más. Se han ido todos. Y la camarera china y vuestro humilde narrador han mantenido su sesión semanal de Kung Fu. De hecho, creo que esta vez la cabrona (aunque entrañable) me ha jodido una muñeca.

Menos mal que la Pelirroja es no sólo CHSF, sino fisioterapeuta, que eso da mucha confianza, la verdad.



19/4/08

...

(Aquí va la foto de una seta, pero blogger está gilipollas y no me deja subirla. Disculpen las molestias) (bueno, y no sólo no me deja subir la foto de la seta, sino que tampoco me deja separar los putos párrafos, qué le vamos a hacer)
Este título es altamente idóneo para canalizar visitas, ya que por alguna razón que desconozco, es una de las búsquedas en google que más exitosamente conducen al incauto a esta -casta- barra virtual. Por eso lo pongo.
He de decir que me avergüenzo de mi postio anterior. Eso ya lo saben los Clientes Habituales Sin Fronteras. Es tan conforme a los estándares que me repugna a mí mismo, a San Guillermo de Ockham y al mismísimo San Konrad Lorenz, por no hablar de San Gerald Durrell.
La estupidez de creer que somos más importantes que un alga, o que una seta es la demostración palmaria de que somos estúpidos, aunque suene medio tautológico.
Me refiero, obviamente, a los humanos. La culpa no es de las religiones, ni de las doctrinas filosóficas, ni de las teorías políticas o económicas. No. No lo es, porque todas esas cosas (o entes de razón) son un mero producto de nuestra estupidez como especie.
La culpa de todo es de los médicos.
Si los humanos de los países ricos viviéramos menos (si tuviéramos la esperanza de vida de una somalí, pongo por caso) para empezar, habría mucho menos cáncer. No daría tiempo.
Estamos programados para vivir mucho menos que un loro o que una tortuga, pero nos empeñamos en durar y en vivir años sin fumar, sin beber cerveza, sin follar o sin echarle sal a la comida, que es lo peor. Todo con tal de mantener a nuestros presuntos herederos pendientes de nosotros.
Vale. En la Europa decadente de nuestros días, vamos liquidando nuestras raíces zoológicas: Los padres ya no adiestran a sus hijos para sobrevivir (es que ellos no saben, ni adiestrar, ni sobrevivir) y, como ejercicio de justa retorsión, los hijos ya ni se plantean tomarse la molestia de ocuparse de sus padres cuando se hacen viejos y se empeñan en no morirse todavía, los cabrones. Pero no es suficiente: en los territorios ricos no tenemos hijos, pero los pobres se siguen empeñando en ello. Hay que joderse.
Hemos perdido nuestro derecho a estar aquí.
Seguimos funcionando con los patrones de comportamiento propios de -digamos- un hongo mucilaginoso (valga la redundancia lovecraftiana) Y, así, los multimillonarios cuyas supuestas crisis (aún no he visto a ninguno por el albergue de la Casa Campo) financiamos nosotros con la poca pasta que sacamos currando como gilipollas (y con nuestro estrés, los que vivimos en países con Seguridad Social, si tienes una nómina que te permite cogerte una baja por depresión) Los multimillonarios esos, digo, siguen empeñados en amasar más pasta. Eso es pura zoología: tienen la memoria genética del hambre.
Sólo hay una cosa más primitiva que un rico: un normal, que soporta que le hablen de moderación salarial mientras se reparten los beneficios. Depredador-presa.

Democracia representativa

La obturación de los últimos resquicios de democracia representativa suele camuflarse tras la pantalla de buenas causas. Rectius: de causas generalmente aceptadas por los ciudadanos en su acepción de público.

En determinada parte de España, sobrevive un grupo de gente que aún considera que poner bombas y matar gente indefensa es una manera aceptable de defender sus ideas políticas, planteamiento éste que, en nuestra zona de Europa, ha ido siendo abandonada paulatinamente.

(Especifico que en nuestra zona de Europa, porque es más o menos el mismo planteamiento -en
light- que tenían otros grupos en cuya defensa acudió hace diez años la OTAN , F-18 españoles incluidos. Pero era otra zona.)

Esa gente tiene una estructura que pone las bombas y mata a la gente, o proporciona a los que lo hacen apoyo logístico, y otras que ponen la imagen política más o menos legal (o sea, como en todas partes). Y, luego, hay una parte de los ciudadanos de esa parte de España que se identifican en mayor o menor grado -en muchos casos por costumbre- con su idea política de no querer ser españoles y asumen - de mejor o peor grado- que que
explosionen bombas y sea matada gente es algo que, simplemente, ocurre, digamos que ocurre por la naturaleza de las cosas.

Pasa como con la interrupción voluntaria del embarazo, pongo por caso, (de cuya despenalización sencillamente antes de un plazo razonable soy absolutamente partidario): frente a la moral religiosa intransigente con el tema, la moral generalizada se nutre de todo tipo de eufemismos y
elipsis para que las afectadas no se sientan tan mal ante el trago. Pongo el ejemplo porque es suficientemente bruto.

Así, para un simpatizante de determinadas formaciones políticas, las bombas y los muertos son algo así como un fenómeno meteorológico. Eufemismos y
elipsis para sedar la mala conciencia, si es que la hay.

Bien. Dicho esto, a lo que iba. Hace cosa de un mes, los de las bombas se cargaron a un tipo normal y corriente, como
Vd. o yo, amable lector (o lectora). La alcaldesa de su pueblo, del que había sido concejal hasta hacía poco, se refugia en los habituales circunloquios para no decir públicamente que le parece mal que se hayan cargado al compañero Isaías. Entonces, hay que echarla, porque la cosa es indignante. Lo es. Los grupos municipales, es decir, concejales elegidos por los ciudadanos (y ciudadanas) del pueblo mayores de edad que quisieron ir a votar, se juntan para planear una moción de censura, echar a la alcaldesa a quien parece que no le parece mal que maten a sus paisanos y cambiar el gobierno del municipio.

Hasta aquí, todo perfectamente legítimo. No les gusta lo que hay y ellos son los legitimados por la delegación de los ciudadanos -urnas mediante- para cambiarlo.

Mas
hete aquí que los concejales pertenecen a partidos políticos, con sus intereses encontrados y sus deudas por pagar más allá de los limitados horizontes del pueblo en cuestión e incluso de esa concreta zona de España.

Uno de los dirigentes de uno de los partidos
localistas, que no ha sido elegido concejal por los ciudadanos del pueblo interesado, dice que ni hablar de moción de censura. (Él no tiene legitimidad alguna para intervenir en esto, ya que no es concejal y ni siquiera vive allí)

Su partido, que estaba negociando con los otros partidos hacer mociones de censura en muchos otros pueblos donde se había permitido gobernar a los que no dicen que matar gente está mal (es decir, dar órdenes a los concejales elegidos por la gente, para lo que no tienen ninguna legitimidad), su partido, digo, discrepa. En el partido en cuestión, hay 2 o más facciones que se pelean y al final, para salvar la cara, adoptan una solución salomónica: "les damos una última oportunidad, hacemos una moción diciendo que los chicos que mataron a nuestro paisano son malos. Si los concejales del partido de la alcaldesa la secundan, no hacemos moción de censura y, si no, pues la hacemos."

(Los únicos legitimados para tomar tal iniciativa eran los concejales, no los jefes de sus partidos)

Para poner la guinda, ahora resulta que los concejales de otro partido distinto, caracterizado por ser víctima de algo denominado
tsunami bipartidista, dicen que ellos no piensan votar a favor de la moción de censura (sus motivos tendrán, llevarse bien con los elípticos, a lo mejor, pero bueno: están en su derecho, como concejales)

Pues bien, resulta que los jefes del partido (o lo que sea) de reciente
tsunamización, intentan convencerles de que se unan a la censura. Y los concejales (democráticamente elegidos), erre que erre que no.

Resulta que los mandos del partido
tsunamizado se plantean (supongo que se siente presionado por la así llamada opinión pública) en tal sentido, expulsar a los concejales díscolos y decirles que dejen el cargo (para el que fueron democráticamente elegidos) por negarse a censurar a la alcaldesa. (La censura compete única y exclusivamente al pleno municipal, o sea: los concejales)

Sorprendentemente, resulta que los estatutos de la formación
tsunámica dicen que las cosas municipales son competencia exclusiva de los munícipes elegidos democráticamente por los ciudadanos.

Bueno. Solución práctica: Hay que cambiar esos estatutos aberrantes que dan tanto poder a los concejales como para que no quieran echar a los terroristas y no les pase nada; y todo con la absurda excusa de que la gente los eligió. Excusa que, al parecer les permite hacer oídos sordos a las órdenes de sus mandos naturales del partido (a quienes, que se sepa, sus conciudadanos no han elegido entre otras cosas porque no viven allí).

Bien, espero que cambien también la Constitución (y otras disposiciones,
vbgr. la Ley de Régimen Local) y nos ahorren de una vez a los españoles un montón de pasta en cargos públicos y dejen de aburrirnos con campañas electorales periódicas dirigidas, dado su brillante nivel, a especímenes formato "Gran Hermano".

Así, con nuestros impuestos, sólo tendremos que mantener a los aparatos de los partidos políticos a los que ni siquiera tenemos que tomarnos la molestia de elegir. Guay.

13/4/08

Estampas del barrio (II)



La otra tarde estaba yo en el Parador (el mismo sitio donde el abuelo socialista nos dio la charla). Atardecía. Y llovía, vaya si llovía.

Entran dos chicas con paraguas. Rumanas. Una de chándal y la otra muy pintona, enseñando ombligo y canalillo generoso, muy maqueada. Piden cambio para tabaco. Blas (que por cierto, se jubiló ayer) se lo da. Sacan el tabaco y se van.

Blas nos hace un gesto. Joder, con la que está cayendo. Asentimos. Todos sabemos de qué va el tema: las dos chicas son putas y entran a trabajar a la casa de campo. La del chándal se sentará en el último banco, el de enfrente del metro, a pintarse el morro, se quitará el chándal y esconderá la bolsa entre los matojos y hala. La otra ya viene lista de casa.

Otra de las características del barrio son las putas. Por los alrededores de mi casa ya sólo queda (que yo sepa) un puteque pequeño, casero, donde todas las chicas son sudamericanas. Bueno, la encargada es española, por lo menos, hasta hace poco.

Pero lo típico del barrio es la Casa de Campo. Desde que se restringió el tráfico ya no hay el desmadre de hace unos años, pero la cosa sigue. De hecho, cuando la avenida de Portugal, tras la faraónica intervención de Gallardón mutó de inhóspita autovía a paseo marítimo que ha eliminado la frontera entre el barrio y la Casa de Campo, las putas intentaron colonizar los nuevos territorios, pero las abuelas y los bienpensantes se dedicaron a abrasar a la Policía Municipal con sus llamadas y no hubo forma. Una pena, me decía un conocido que vive justo ahí, porque no tenías más que asomarte a la ventana y decir ¡eh!

Este verano, iba yo con Nesta paseando una tarde y pasamos junto a un acueducto que hay, donde el arroyo Meaques se canaliza. Le digo "ven Nesta, vamos a explorar por aquí" Y el viene, muy interesado con la pelota en la boca. Pasamos por debajo de uno de los arcos y lo que nos encontramos le provoca a Nesta tal sorpresa que se le cae la pelota de la boca. La pelota, siguiendo la ley de la gravedad, rueda por la pendiente, justo hasta el pie de un árbol en el que se encuentra apoyada una nigeriana estupenda con las bragas bajadas y detrás un tipo con los pantalones por las rodillas que hace unos curiosos movimientos rítmicos. De pronto, la escena queda congelada. Glups.

"Nesta, ve a por la pelota y vámonos". Nesta va a por la pelota, la coge, mira con curiosidad a la pareja y se viene detrás de mí.

Es habitual. Luego durante el verano tuve ocasión de hablar un par de veces con esa chica, que se acordaba de la escena y me recriminó que le jodí el servicio, porque el tipo tuvo que volver a empezar desde el principio. Una característica de las putas de la casa de campo es que siempre te están pidiendo tabaco. Yo siempre había pensado que lo de pedirte tabaco, que lo hacen todas, era sólo para empezar la charla mercantil, pero no. Cuando ya te cogen confianza, como me pasaba a mí en mis paseos con nesta, y ya saben que no eres un potencial cliente, te siguen pidiendo tabaco, y se lo fuman, que yo lo he visto. Donde se pone la nigeriana, también solían estar por la mañana una rumana rubia de lo más resultona y una española de lo más desastrada. La rumana, claro, trabajaba un huevo, y la española no. En realidad, la española está loca. De hecho, aparte de fumarse mi tabaco cada vez que aparecía yo con el perro, se empeñaba en decirme -todos los días- "Qué, ¿no te animas?" (reconozco que si alguna de las otras dos hubiera insistido tanto, igual había flaqueado, pero con ella no había caso). Vivía con una negra de Mali, también loca, en una especie de chabola que se habían hecho con cartones y plásticos entre unos matojos a la trasera del albergue de indigentes. No sé qué habrá sido de ellas este invierno, pobres.

Bueno, pues para las putas que van a trabajar, el Parador es el último bar donde pillar tabaco antes de iniciar la jornada labora. En tiempos, cuando nuestro añorado Enredos aún estaba abierto, de vez en cuando venía alguna. Hace la hueva de años, cuando la profesora Kraff curraba allí los fines de semana, se aficionaron al bar dos travestis, Gina y Vanessa. Vanessa era un poco machorra, pero más suelta que Gina. Gina era más femenina, pero, como era yonki, solía venir bastante colgada y Kraff tenía que afearle su conducta cuando se caía de la banqueta y se daba unas hostias que no veas.

Hubo una vez que Vanessa dio que hablar. Había un cliente muy pesao muy pesao, que iba de tipo peligroso y tal para hacerse el interesante (creía él) Concretamente a mí y a mis colegas nos daba un coñazo espantoso con la cosa de las artes marciales. Le pegabas, oye, pero le daba igual, por lo menos hasta una noche que, después de haberle pegado yo, después de haberle pegado Hoffmann, Howard acabó tirándolo por los aires a través de medio bar hasta que se estampó contra la máquina del tabaco, que casi la jode. Por mero afán didáctico. Creo que Capazorros estaba presente aquella noche.

Bueno, a lo que iba: estaba el plasta ese dando la brasa al camello principal del barrio de aquel entonces, que aún no había montado aquel lío que montó con una pistola y aún no le habían prohibido la entrada. Entonces, llegó Vanessa. El camello le explicó al plasta que la chica era estudiante de medicina y que él (el plasta) la ponía. El tipo tenía arte (ahora está en una silla de ruedas después de que le dieran el palo y le rompieran el cuello) y ya había pagado a Vanessa. El plasta se pavoneó haciendo la rueda. La Vanessa se rindió a sus encantos, accedió con gran recato a irse con él en el coche y le hizo la mamada previamente financiada por nuestro camello en cuestión.

El plasta no pudo evitar volver al pab a contarlo. Hay que decir que existían dudas fundadas sobre la firmeza de sus convicciones heterosexuales. Pero, claro, él se empeñaba en alardear de su clinteaswoodesca virilidad.

Cuando llegó, se pidió otro cubata, se acodó en la barra, arqueó la ceja mirando displicente a la concurrencia... el silencio se podía cortar... todos los parroquianos estábamos pendientes de sus labios.

Por fin, lo dijo:

"Fulano, tu amiga la médica me acaba de hacer una mamada que te cagas, chaval."

Fue como si hubieran volado la presa. El descojono general fue tan atroz que estuvo a punto de reventar los cristales.

Todo fue por una buena causa: el brasa aquél tardó meses en volver.

A la noche siguiente, Vanessa y Gina volvían a pasar por ahí a tomarse su ron coca (con pajita, para evitar suspicacias o algo peor) y la Vane se quitaba importancia: "Hombre, es que una es una profesional."

9/4/08

Estampas del barrio



Ya he hablado más veces de mi barrio. Como ya he revelado a El Chico Gris, moro en las cercanías de La Riviera. Yo, que soy un romántico, llamo a nuestro territorio la Transmanzanaria.

Como es sabido, esta zona fue el frente durante casi toda la guerra civil. No sólo hay numerosas canciones que nos lo recuerdan: "Por la Casa de Campo, por la Casa de Campo, por la Casa de Campo, mamita mía y el Manzanares y el Manzanares quieren pasar los moros, quieren pasar los moros, quieren pasar los moros, mamita mía, no pasa nadie, no pasa nadie", etc., sino que cuando Robert Nesta Marley era más pequeño, andaba yo con él por el cerro Garabitas y el hombre, digo cánido, entusiasmado como estaba persiguiendo a un conejo, se metió por la tronera de un búnker que yo no conocía y casi se me queda atascado allí, pero -afortunadamente- no. El Cerro Garabitas, hoy con columpios y telescopios para los domingueros, era una posición de artillería de los nacionales que fue intentada tomar en diversas, épicas y desafortunadas ocasiones por los rojos. En buena técnica artillera, en el Cerro debería estar el observatorio y las baterías, detrás; pero teniendo en cuenta que en aquellos tiempos casi todos los obuses aún eran del siete y medio, tampoco parece descabellado que los pusieran encima, que aquélla era una guerra un tanto casera, aunque sangrienta. Si no, a ver de qué iban a haber podido bombardear la Plaza de España o, por lo menos, la calle Segovia desde allí.

Todo esto viene a cuento de que aún quedan abuelos que, no sólo hicieron la guerra, sino que siguen tomando vinos en el Parador. Concretamente, tengo catalogados a dos, uno de cada bando, uno de noventa y tres años y otro de ochenta y ocho. Ni uno ni otro eran de nada al empezar la guerra, pero a uno le pilló a un lado y al otro, al otro. Uno acabó de sargento de infantería nacional, facha pero sin afiliación (y muy putero, por lo que cuenta), y el otro en el PSOE; según dice, para que le dieran un chusco de pan los milicianos del barrio por hacer parapetos en la calle Segovia y de vez en cuando, se venía al río a pegar tiros a los fascistas.

Esta tarde-noche, me he tomado algo con el segundo, con el del PSOE, que comentaba acerbamente los coletazos del debate de investidura. Yo nunca había hablado con él (con el otro, si - más bien hablaba él: es que yo puedo ser un gran escuchador) pero ante mi crítica de la corbata de Rajoy, esa verde con lunares blancos que ha tenido los cojones de ponerse para afirmar su independencia funcional, supongo, y que yo piadosamente he achacado a un guiño que ha hecho a la Feria de Abril, ha decidido incorporarse a la conversación.

He de decir, que la conversación la mantenía yo con el encargado y el viceencargado, ambos dos gallegos y más bien partidarios del PP. Capazorros y Ray los conocen. De hecho, ese bar que digo es de los pocos en Madrid donde tienen puesta con cierta regularidad la televisión gallega. Es decir, aunque Rajoy sea gallego y del PP, lo de la feria de abril ha sido acogido con jocosos comentarios de asentimiento, ya que -eso es indudable- la corbata era espantosa. Al menos impropia de un debate tan solemne. En el barrio, todos sabemos de qué pie cojeamos. (En el Ávila, el jefe ya ha consagrado la expresión "Ese es más rojo que Fernando" -o sea, yo) Pero -oye- nos respetamos y que no vengan a tocarnos los cojones, que para tal menester ya nos bastamos nosotros.

Pues el antiguo miliciano de UGT (alguna vez ha enseñado en el bar sus carnets del PSOE y de UGT del 36) decía que qué cojones hacían esos dos diciendo pamplinas, como siempre, en vez de dedicarse a defender a España y a los españoles que, al fin y al cabo, somos los que les pagamos el sueldo. Y eso que a él le enardeció en su día ver a Largo Caballero yendo al frente a hacer el payaso con su Winchester y su sombrero, aunque luego, ya más mayor, se daba cuenta de que era un sinvergüenza, como todos éstos. Y que para qué coño había estado él con quince años pegando tiros por un cacho de pan si ahora resulta que el PSOE es de derechas, y que esta gente ha deshonrado al PSOE. Y se saca de la cartera un recorte de periódico de hace "cinco o seis años" en el que dice que IU ha dicho que sus cargos no van a poder cobrar más de siete veces el salario mínimo interprofesional y que el resto, se lo tienen que donar a IU. Ya ves: los comunistas. Como cuando el Gutiérrez ese metió a los antidisturbios en la sede de Comisiones porque le protestaban. Qué cojones: engañando todos a los trabajadores. Que los engañen los del PP... no es que esté bien, pero, al fin y al cabo, son de derechas y lo dicen; no como éstos, que son de derechas y van contando milongas. Y si lo dices, te dicen que eres un facha. Ya ves, facha yo, que con quince años... bueno, ya os lo he contado, qué carajo.

Lo del recorte lo hace de vez en cuando, pero el hombre, cuando vino Gallardón el año pasado a inaugurar ese paseo marítimo que nos han puesto donde estaba la Avenida de Portugal (cosa que se agradece notablemente, lo de que la hayan soterrado, no obstante las muy molestas y duraderas obras) andaba por allí y, cuando el Alcalde le fue a saludar, (cosas de la campaña) le llamó hijo de puta fascista, que eres tan ladrón como tu padre y algunas otras lindezas y estuvieron a punto de meterle mano los de seguridad no obstante su edad provecta. Supongo que si hubiera sido ahora, lo habrían sacado en Telemadrid.

Por fin, ha conseguido que quitaran Telemadrid y pusieran el partido Liverpool-Arsenal, que es a lo que venía. "Es que hay más españoles en un partido de éstos que en un Madrid-Barça". Y, oye, es verdad.

Otro día hablaré del otro abuelo. Pero a ese le tendré que pedir permiso por escrito, que su conversación es mucho más escatológica.

7/4/08

Nota sobre Ruanda

Mi intención era matizar un poco la aportación anterior de Canichu, pero me he enrollado más de la cuenta y mejor hago un postio nuevo. Escribo a vuelatecla, advierto, por lo que no doy fechas exactas, ni muchos nombres.

Hay que tener en cuenta que la división étnica de Ruanda no responde exactamente al patrón que se da en casi todos los países africanos. Ruanda era uno de los pocos Estados organizados que existían en el Africa subsahariana y que subsistieron como tales hasta la época de la colonización.

Por su lejanía y alto grado de organización, se libró de la trata de esclavos árabe, resistiendo todas las expediciones esclavistas. La última la del legendario tratante Tippo Tibb, conocido de Stanley, que atacó Ruanda con una tropa de unos dos mil hombres, entre árabes y nativos, con armas de fuego y muy malas intenciones. Sólo sobrevivieron unas decenas y desde entonces, dejaron en paz a los ruandeses.

Los batutsi, pueblo de origen nilótico, llegaron a la zona con su ganado a mediados del s. XV, desde el Nordeste, y se establecieron en aquellas tierras, de clima benigno y fácilmente defendibles por su orografía. Las relaciones con los pobladores anteriores, mayoritariamente de etnia bantú oscilaron entre la guerra abierta y los tratados de reparto del territorio. Hay que tener en cuenta que en un principio, la población era escasa y no existía el gran desequilibrio actual, pero que, como es habitual, las poblaciones de agricultores tienden a aumentar bastante más que las ganaderas que, en todas partes han practicado un cierto control de la natalidad.

A lo largo de los siglos siguientes, los batutsi fueron incorporando no sólo los reinos (o jefaturas tribales) existentes en el actual territorio de Ruanda, sino los de lo que hoy es Burundi y de la parte Sur de la actual Uganda y la Este de la actual República Democrática del Congo. El “Gran Ruanda.” Llegando a existir un Estado bastante organizado gobernado por el Mwami, Rey, que era reconocido como superior por los demás “reyes” locales. El Mwami tenía un ejército bastante eficaz y el monopolio del comercio y, muy especialmente, -ojo- de la cerveza. (La habilidad cervecera de los ruandeses ha sobrevivido hasta la actualidad, en que la Primus es la cerveza más bebida de todo el África central)

En cuanto a la división étnica, ya vemos que no se produce por la intervención colonial que obligó a convivir a la gente al mezclar territorios. Las etnias ya estaban mezcladas, y de hecho, cuando llegaron los primeros colonizadores, la integración estaba bastante avanzada en virtud de un sistema más o menos feudal, en el que un campesino o ganadero sin demasiados posibles, reconocía a otro más próspero o a un noble como señor, a cambio de tierras o ganado en usufructo y protección jurídica y militar. Para esto no existía distinción entre bahutu y batutsi, formándose con el tiempo clanes extensos, cuyos miembros pertenecían a las dos etnias, y cuya lealtad era “política” a la cadena de señores “feudales” y al clan, no a la “etnia”.

A finales del s. XIX, Alemania, partiendo del “África oriental alemana”, actual Tanzania, penetró en el Gran Ruanda. Como lo que realmente le interesaba al Gobierno del Kaiser era poder controlar el comercio del Congo Belga (Zaire – RDC) hacia el Índico a través de su colonia (Tanzania) no intervino demasiado en la política interna, llegando incluso a controlar la sobreactuación de los misioneros católicos, mayormente los Padres Blancos.

La Primera Guerra Mundial, también afectó bastante a la zona, pero el ejército colonial alemán, junto con el ejército real ruandés, hicieron frente a todos los intentos de invasión por parte de las tropas coloniales de Francia, Gran Bretaña y Bélgica, ganando la guerra en esa parte de África. No obstante, tras la derrota, esos territorios se le cedieron a Bélgica, que unió parte al Congo y dividió el resto entre sus colonias de Ruanda y Burundi.

Aunque se mantuvo la monarquía, la administración colonial belga fue mucho más intervencionista y no puso ningún freno a la actuación de los misioneros, enfrentados a la estructura social tradicional y al Rey, que no veía con buenos ojos las conversiones al Cristianismo. De hecho, de acuerdo con las teorías racistas imperantes en la época, fueron los belgas los que instituyeron la división “racial” entre batutsi, bahutu y batwa (pigmeos), al instaurar un documento de identidad en el que constaba la “raza”. Como la supuesta raza era difícil de dilucidar en muchos casos, se adoptó el criterio de que si alguien tenía más de 10 vacas, se le censaba como mututsi.

Durante la época belga (1919-1962) por la autoridad colonial y los Padres Blancos que actuaban como un poder fáctico, teniendo a su cargo la educación, se fomentó la creación de una élite tutsi y una masa hutu, diferenciando de modo en parte artificial ambas etnias. En los últimos tiempos, en cambio, tremendamente preocupados por la traumática situación en el Congo, con el caos en que se desarrolló la descolonización, se intentó que eso no pasara en Ruanda, de modo que Bélgica mantuviera el control del país después de la independencia. Para ello, se cambió de política por completo, abandonando a los batutsi y tratando de inculcar en los bahutu una conciencia de estar oprimidos, no por los belgas, sino por los batutsi.

Aquí sí que existe una responsabilidad grave de la administración belga, al apoyar a un partido de corte radical- racista PARMEHUTU, y preparar en 1959 unas elecciones fraudulentas que llevaran al poder a su líder, a la vez que se enviaba al Mwami al exilio.

Lo que los belgas y, en parte, los franceses, trataban de garantizar era un régimen que atendiera a sus intereses una vez llegada la inevitable “descolonización.” El proceso se desarrolló entre 1959 y 1962, año oficial de la independencia. Durante dicho proceso, se produjeron las primeras masacres de batutsi.

En 1973, el Jefe del Estado Mayor del Ejército, General Juvenal Habyarimana, dio un golpe de Estado, ante la amenaza de ser depuesto, que lo condujo al poder, como Presidente y jefe del Ejército, cargos que mantendría hasta su asesinato en 1994.

Hay que señalar que Habyarimana, al igual que los principales mandos del Ejército, en su mayoría bahutu, aunque incluso en la primera junta militar había un mututsi, había pasado por las academias militares francesas y por las enseñanzas sobre guerra revolucionaria propias de la Guerra Fría que se impartían en la Escuela Superior del Ejército en la propia Ruanda, a cargo de oficiales franceses. En ellas se enseñaban las técnicas de encuadramiento y control de la población que tan buenos resultados les dieron a los franceses en Argelia y que constituyeron la base de la doctrina occidental posterior.

Ello tiene mucho que ver con el genocidio del 94, ya que esos principios, sin las limitaciones y frenos de un estado europeo, se aplicaron a la perfección.

En el año 73, se produjeron nuevas matanzas de batutsi, acusados por la propaganda de intentar reimplantar la monarquía (en la práctica, para camuflar el golpe de Estado de Habyarimana) y se inició la horrible práctica de cortar las piernas por la rodilla a los tutsi “para que tuvieran la estatura de una persona normal.” No obstante lo cual, el Gobierno francés comenzó a interesarse cada vez más por Ruanda, hasta sustituir de hecho a Bélgica como potencia postcolonial hacia 1978, durante la presidencia de Giscard D’Estaing.

El país funcionaba más o menos bien, para los estándares africanos, hasta que a finales de los 80, principios de los 90, se inició, contra la dictadura de Habyarimana una oposición cada vez más fuerte, no sólo tutsi, sino de todos aquellos que pretendían un cambio de régimen y cierta democratización del país. La represión desembocó en la creación del Frente Popular Ruandés, a partir de los refugiados en Uganda donde a los batutsi autóctonos tras la partición colonial se sumaban miles de exiliados, que habían ayudado a alcanzar el poder a Yoweri Museveni, el actual presidente ugandés (Paul Kagame, líder del F.P.R. y actual presidente ruandés, llegó a ser Jefe del Estado Mayor del Ejército Ugandés, previo paso por academias militares en Estados Unidos).

Cuando comenzó el enfrentamiento abierto, con apoyo de Uganda y, por este medio, de los Estados Unidos, Francia incrementó su apoyo al Gobierno de Habyarimana. Cuando se llegó a la guerra abierta, en el año 90, Dicho apoyo francés llegó a una gigantesca operación clandestina para, primero, transportar y abastecer a las unidades de élite del ejército de Zaire a la zona de operaciones y, a continuación, armar al Ejército ruandés con armamento egipcio financiado oscuramente e incluso a la implicación directa de unidades militares francesas en los combates. La rápida intervención de Francia y Zaire, hizo fracasar la ofensiva del F.P.R., con las consiguientes masacres de batutsi. Las represalias se sucederían a cada incursión exitosa del F.P.R.

De hecho, lo que estaba en juego era el control de la región de los Grandes Lagos y sus ingentes recursos naturales, que Estados Unidos había decidido disputar a Francia dando su apoyo a Uganda y al F.P.R., anglófonos y protestantes, frenta a los gobiernos de Ruanda y Zaire, católicos y francófonos. Esto tuvo mucho que ver con la actitud de la Iglesia no sólo nativa. (excluyo a los Padres Blancos)

La guerra había desequilibrado por completo la economía ruandesa, de forma que el FMI y el Banco Mundial, obligaron a Habyarimana a iniciar una política de ajuste económico al estilo de la época, es decir, reducción de servicios sociales, privatización de las empresas públicas, eliminación de medidas proteccionistas, etc., con el resultado habitual de sumir a la población en la miseria, mientras las ayudas exteriores se gastaban por medio de todo tipo de subterfugios en armamento. Ni que decir tiene que la lamentable situación económica fue imputada a los tutsi por la propaganda gubernamental.

A pesar de todo, en 1993, la guerra estaba casi perdida por el Gobierno, con parte del país en manos del F.P.R. Se celebró en Arusha (Tanzania) una conferencia de paz, que llegó a un acuerdo de reparto del poder entre el Gobierno de Habyarimana y el F.P.R. de Kagame (el actual presidente) que incluía la integración en el Ejército ruandés (F.A.R.) de los miembros del A.P.R. (Ejército Popular Ruandés, el brazo armado del F.P.R.) Dicho acuerdo era inaceptable para el ala dura del Gobierno y del Partido único que, no sólo verían muy mermado su poder, sino que se enfrentaban a eventuales represalias por las barbaridades cometidas durante la guerra, en la que ya habían muerto unas 300.000 personas entre 1990 y 1994.

En abril de 1994, cuando el presidente de Ruanda volvía de la conferencia de paz a Kigali, acompañado de su Jefe de Estado mayor y del presidente del vecino Burundi y parte de su séquito (en un avión donado por Francia y con tripulación francesa), fue derribado por dos misiles SAM. Hay que señalar que el vuelo era secreto.

Inmediatamente, se puso en marcha el dispositivo que ya estaba preparado de antemano. Es preciso reseñar que la Radio de las 1000 Colinas, una emisora creada por empresarios cercanos al ala dura del Partido, llevaba meses caldeando los ánimos, y días profetizando un “acontecimiento” que iba a ocurrir y que iba a desencadenar una matanza de bahutu a manos de los batutsi y otros traidores.

En un primer momento, se echó la culpa a los belgas, de modo que 10 cascos azules de dicha nacionalidad fueron desarmados, capturados y linchados por la multitud. Luego se echó la culpa a los traidores a sueldo de los batutsi que estaban en el Gobierno y, de hecho, se asesinó en las horas siguientes a la práctica totalidad de los miembros del Gobierno partidarios del acuerdo de paz y a la práctica totalidad de la oposición (en gran parte, hutu)

Sólo entonces, sin oposición posible, se inició el genocidio a gran escala por todo el país. Genocidio que había sido convenientemente preparado mediante la propaganda por radio y el encuadramiento y armamento de milicias “interhawe”, relacionadas con el ala radical del Partido.

Lo demás ya es sobradamente conocido. Ver “Hotel Rwanda.”

2/4/08

Operacion Turquesa



Después de escribir el postio anterior, he vuelto a ponerme con África Central, lo que me ha permitido tirarme tres días sin beber. Para mí, el tema de los Grandes Lagos es algo relativamente cercano.

Para que no digáis que no doy datos interesantes, aquí va un documento que creo lo es, en el sentido de la perspectiva histórica. Desde luego, creo que para los que siguieron en su día aquellos acontecimientos-el genocidio más eficaz y espantoso de la historia reciente- lo será.

Es una nota del “Gabinete de Crisis” francés del día en que se lanzó la Operación Turquesa, polémica donde las haya habido. Mi opinión es que con ella el Gobierno francés, sin tener del todo claro qué estaba pasando, intentó quedar medio bien ante la Historia teniendo en cuenta su casi total apoyo al Gobierno ruandés anterior al genocidio, llegando a que tropas francesas combatieran en primera línea contra los rebeldes del F.P.R. hasta el 93.

El documento fue aportado a la comisión de investigación parlamentaria francesa sobre la implicación del Gobierno francés en el asunto, aunque no fue publicado; pero aún así se hizo accesible al curioso lector. Lo he sacado del libro “Une guerre noire” (término no racista, sino técnico de guerra revolucionaria: doble sentido en este caso) de Gabriel Périès Y David Servenay, Paris, Eds. de la Découverte, 2007. Recomendable para quien lea francés, sobre todo si ya ha vomitado tras la lectura de otros libros sobre el tema.

Puesta en situación: Tú estás en tu casa, llevando tu vida normal de todos los días. A lo mejor no es una vida perfecta, pero es tu vida. De pronto, llegan un montón de tipos borrachos con machetes, te echan la puerta abajo y te dicen a gritos que, o matas a tu mujer ahora mismo, o la matan ellos después de torturarla salvajemente delante de tus ojos y además matan a todos tus hijos. Si la matas, se van y ya está. Esto no puede estarte pasando a tí. Pero abres los ojos y los tipos de los machetes siguen ahí. Mientras tanto, en París...


Verbatim del Consejo restringido del miércoles 22 de junio de 1.994, día del inicio de la “Operación Turquesa”. Un documento que no fue publicado por la Comisión Parlamentaria de investigación.


CONFIDENCIAL DEFENSA

CONSEJO RESTRINGIDO del miércoles 22 de junio de 1.994

SITUACIÓN EN RUANDA

Participan en este consejo restringido, presidido por el Presidente de la República [François Miterrand]

SR. BALLADUR Primer Ministro
SR. LÉOTARD Ministro de Estado, Ministro de Defensa
SR. JUPPÉ Ministro de Asuntos Exteriores
SR. ROUSSIN Ministro de Cooperación

PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA

SR. VÉDRINE Secretario General
General QUESNOT Jefe del Estado Mayor Particular [del Presidente]
SR. DELAYE Consejero


GABINETE DEL PRIMER MINISTRO

SR. BAZIRE Director del Gabinete
General COURTHIEU Jefe del Gabinete Militar

SECRETARIADO GENERAL DE LA DEFENSA NACIONAL

General LERCHE Secretario General

MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES

SR. DUFOURQ Secretario General

MINISTERIO DE DEFENSA

Almirante LANXADE Jefe del Estado Mayor de los Ejércitos
General MERCIER Jefe del Gabinete Militar

SECRETARIADO GENERAL DEL GOBIERNO

SR. DENOIX DE SAINT MARC Secretario General

SECRETARIADO

Coronel BENTEGEAT Estado Mayor Particular [del Presidente]



PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA:

El problema ruandés ha sido tratado ampliamente esta mañana en el Consejo de Ministros. Ahora, me gustaría que hablemos de las disposiciones prácticas.
El Primer Ministro y yo mismo, al igual que el conjunto de los ministros compartimos el mismo análisis: una intervención, si, pero corta, estilo “puñetazo”. Debe ser, a la vez simbólica y real. Nuestra intervención no parece ser deseada por nadie, ni siquiera por los que queremos salvar. Sin duda prefieren que no haya testigos de su victoria. Por otra parte, no quiero arriesgar la vida de soldados franceses para nada. La intervención será limitada en el tiempo y en el espacio.

MINISTERIO DE DEFENSA:

La operación ha comenzado a las 24 horas. Los elementos avanzados ya están en Goma. Nuestras fuerzas serán desplegadas sobre tres lugares, en Zaire, en Bukavu y sobre todo Goma, cerca de la frontera ruandesa.

El contingente de fuerzas debe alcanzar progresivamente 2.500 hombres como ha propuesto el Jefe del Estado Mayor de los Ejércitos. Alrededor de 1.500 se sacarán de las fuerzas preposicionadas [contingentes que ya están en las bases francesas en diversos países africanos, sobre todo, República Centroafricana, Gabón y Chad] y 1.000 de la metrópoli.

Por lo que se refiere a la operación propiamente dicha, si recibo instrucciones, estaremos en condiciones de proteger desde mañana mismo un primer enclave en Cyangugu, donde 8.000 tutsis están amenazados. Lanzaremos en seguida reconocimientos y operaciones de recogida de información para ir más lejos.

Sobre el terreno, el F.P.R. [Frente Patriótico Ruandés: El movimiento político de oposición, base del actual Gobierno de Ruanda] trata de apoderarse completamente de Kigali [capital de Ruanda] y hace un esfuerzo sobre Butare y Kibuye. Así pues, nosotros nos limitaremos de momento al primer sitio cerca de la frontera y, rápidamente podremos iniciar operaciones de va y ven para salvar poblaciones, niños amenazados.

Subrayo que la MINUAR [misión militar de la ONU en Ruanda antes del Genocidio, a la sazón desbordada: su jefe era Nick Nolte en Hotel Rwanda] ha conseguido ayer realizar dos operaciones de canje entre refugiados hutus y tutsis en Kigali.

Una vez allí, veremos si hay que ir más allá del primer objetivo y con qué medios. Deseo que no ocupemos por mucho tiempo una parte del territorio ruandés. No temo tanto los riesgos militares como una nueva campaña política contra nuestra intervención.

Si, pues, se dan las órdenes, tendremos 600 hombres en Zaire esta tarde, 1.200 el 25 por la tarde con 500 vehículos y 40 aviones.

PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA:

Estas disposiciones las conoce sin duda el F.P.R. ¿Estamos en condiciones de oponernos militarmente sobre el terreno?

MINISTRO DE DEFENSA:

No, No inmediatamente.

PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA:

Estos tutsis tienen un mando militar inteligente y firme. ¿Cómo es posible que hace un año o dos la sola presencia de una compañía francesa les haya podido disuadir de seguir adelante? Representaba, es verdad, un ejército fuerte y disciplinado pero como podía impresionarlos hasta es punto?

JEFE DEL ESTADO MAYOR:

Esa presencia francesa estaba ligada a un dispositivo de cooperación militar. Las F.A.R. [Fuerzas Armadas Ruandesas, el ejercito del gobierno hasta 1.994] se sentían seguras por la presencia francesa y los consejos de nuestros cooperantes les daban la capacidad y la voluntad de resistir al F.P.R.
La pregunta que yo me planteo ahora es la siguiente: ¿Va a hundirse el frente?
Tenemos muy poca información sobre la zona ocupada por el F.P.R. Los tutsis han hecho el vacío. Si el frente se hunde, se van a encontrar en la zona F.A.R. con varios millones de personas huyendo hacia Burundi y el Zaire. Tendremos un fenómeno idéntico al de los kurdos cuando los irakíes entraron en el Norte, con millones de refugiados [se refiere a la situación tras la primera guerra del Golfo, en 1.991]

PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA:

Los tutsis van a instaurar una dictadura militar para imponerse de forma duradera.

PRIMER MINISTRO:

No es esto lo que los detendrá.

JEFE DEL ESTADO MAYOR:

Hay la misma situación en Burundi.

PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA:

Una dictadura en la que el diez por ciento de la población gobernará con nuevas masacres.
Sobre la operación propiamente dicha, ¿Puede darnos alguna información complementaria?

JEFE DEL ESTADO MAYOR:

Continuamos nuestro despliegue sobre las bases en el Zaire y podremos lanzar operaciones puñetazo hacia Cyangugu, si la ONU vota la resolución.

PRIMER MINISTRO:

¿No tenemos ninguna esperanza de llevar al Zaire a los 8.000 tutsis de la zona?

JEFE DEL ESTADO MAYOR:

Habrá que verlo sobre el terreno. Uno de los problemas es establecer un contacto técnico con las F.A.R. manteniendo un perfil bajo.

PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA:

Mal asunto. Hace ocho días todo el mundo quería que alguien interviniera inmediatamente. Ahora es al revés. La propaganda del F.P.R. en Bruselas es muy eficaz, y la ingenuidad de los diplomáticos y los periodistas es desconcertante.

MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES:

Me planteo dos preguntas. Primero, ¿qué hacer con los tutsis amenazados? ¿Los reinstalamos en el Zaire o los mantenemos en el mismo sitio? Hay que verlo teniendo en cuenta que nos marchamos en julio.

Además, en el plano mediático, si tenemos éxito, se alabará nuestro valor, pero si, en una segunda fase, la cosa se agrava después de nuestra retirada, seremos acusados. Así que es necesario que todo el mundo comprenda que es una operación de salvamento.

PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA:

¿No podríamos, eventualmente, llevar a los tutsis amenazados a la zona F.P.R.?

JEFE DEL ESTADO MAYOR:

No es impensable, si nos ponemos de acuerdo con el F.P.R.

PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA:

No hay que dejar de denunciar el genocidio perpetrado por los hutus. La locura se ha apoderado de ellos después del asesinato del Presidente Habyarimana.

MINISTRO DE COOPERACIÓN:

Tengo una pregunta, señor Presidente. ¿Tengo que seguir intentando convencer a mis colegas africanos de que participen en la operación? Me voy a Niger, donde puedo pedir un contingente simbólico.

PRIMER MINISTRO:

A mí me parece muy bien.

PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA:

Si, por supuesto.

Señor Ministro de Defensa, Almirante, quiero estar informado permanentemente. Gracias.